miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los líderes, como elementos activos de la institución no son nominados, seleccionados, elegidos o asignados formalmente; sino por lo contrario, aceptados y seguidos. De hecho, es difícil que un líder se halle en posibilidades de establecer, adecuada o inteligiblemente, porque tienen la posibilidad de ser tal; ni sus seguidores expresaran aceptablemente porque lo siguen.

El líder establece metas, pero al hacerlo tiene en cuenta las condiciones existentes, una vez determinado lo que el grupo pueda hacer y, hasta cierto punto, lo que ha de hacer. El líder reconcilia las oposiciones internas y las presiones ambientales, dando una atención mayor al comportamiento adoptivo en relación al carácter organizacional de la institución.

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